El día D se acerca. Ese momento que tenemos marcado en rojo en el calendario y que tanto respeto, anhelo e ilusión nos provoca. El camino de una marcha como la QH es largo y muy duro, pero ahora ya vemos la luz al final del túnel y sabemos que estamos preparados. Ha sido y sigue siendo un largo proceso de aprendizaje, de crecimiento y de compromiso hacia nosotros mismos.
Este largo recorrido no nos llevará al éxito, palabra que a veces se confunde con notoriedad, logro fácil no exento de dosis de vanidad. La finalidad de todo ello, bajo mi punto de vista es realizarse, crecer discreta y humildemente. Tal y como decía Platón, “la primera y mejor de las victorias, es la conquista de uno mismo”. Prepárate para recibir todo aquello que has ido sembrando durante estas semanas.
Y para ello, me gustaría hablaros de la semana previa a la gran cita: Cuenta atrás! Quedan tan solo 7 días para la hora H y el día D, y ante todo es fundamental tener mucha calma y tranquilidad. Después de tantas semanas sin parar de entrenar ahora es el momento de que reduzcamos las cargas de entrenamiento para llegar lo más frescos posibles. Seguro que esta semana será la más dura, pues tendrás la sensación de comer mucho y rodar no muy ligero. Nada de inventar e intentar probar cosas nuevas. Visualicemos un fin de semana fantástico.
A nivel de material debemos prepararnos para el tipo de condiciones climatológicas. Si es nuestra primera QH, es recomendable preparar una lista con todo lo necesario: ropa (no escatimes, el tiempo en Pirineos es caprichoso y hasta el mismo día de la carrera no sabrás que ponerte, ni haciendo caso al hombre del tiempo), chip, dorsal, imperdibles, gafas de sol, casco, sales minerales, geles y barritas. Mucho ojo... no cometamos el error de estrenar zapatillas y culote, mejor con los que estemos acostumbrados normalmente a salir cualquier domingo y que nos encontremos cómodos.
A nivel mental, será normal no poder evitar pensar en la carrera, pero siempre en positivo. Todas las dudas y pensamientos negativos no deben excitarnos ni fatigarnos en exceso. Es bueno repasar en un mapa y con lo que nos puedan informar los que ya la han realizado prueba, cuales son las condiciones de la carretera, subidas, bajadas, puntos mas conflictivos, etc... Identifiquemos y señalemos los puntos de avituallamiento y decide cuales vas a realizar y en los cuales dispondrás de lo que lleves. Lo que más repito y me han repetido es que en la QH debemos tener muy claro que queremos terminarla. Con esa mentalización y motivación partiremos. Cuando empecemos a sufrir y los pensamientos se vuelvan negativos, pensemos en lo entrenado, en una canción, en la familia, en todo lo que te rodea y te ayude. Siempre pensamientos motivadores y positivos Si aparece la tentación de parar, no lo hagas, baja el ritmo y sigue adelante.
Difícilmente se duerme mucho la noche anterior, pues también deberemos madrugar y desayunar. El día que se debe descansar bien es dos noches antes, el cuerpo ya no esta tan cansado por la reducción de carga de entrenamiento y no necesita dormir tanto. Es conveniente levantarse 2 ó 3 horas antes de la salida.
La planificación y estrategia; deberíamos saber cual es nuestro ritmo. Hemos realizado entrenos y salidas que nos habrán dado la información objetiva de nuestras capacidades y competencias para afrontar los 205 km. Salir demasiado rápido, hará que sin saberlo, empecemos a agotar nuestras reservas y cuando nos queramos darnos cuenta, estemos demasiado cansados para terminar con exito. Cuanto más ahorremos las reservas de carbohidratos, podremos utilizarlas en los últimos 50 km, por eso es bueno, salir un poco más lento de lo previsto para poco a poco encontrar nuestro ritmo.
Respecto a la dieta, llegamos a la pregunta del millón. Unos dicen que entre los 9 y 7 días antes , una dieta disociada: domingo, lunes, martes , miércoles se prescinde de hidratos de carbono ingiriendo solo proteínas y grasas a la vez que se sigue entrenando para después jueves , viernes y sábado hacer todo justo lo contrario, tomar muchos hidratos de carbono y pocas grasas y proteínas. Otros dicen, seguir con la misma dieta los dos primeros días y a continuación aumentar la ingesta de carbohidratos, durante los 5 días, doblar las raciones. Cada uno debe hacer lo que crea que le puede ir mejor, sobre todo si es la primera experiencia. Lo que tengo claro, es que se debe procurar ingerir carbohidratos de absorción lenta cada día en dos o las tres comidas principales: pasta, arroz, patatas hervidas y/o cereales. Incorporemos proteínas en cada una de las comidas principales del día y procuremos que sean cocinadas con poca cantidad de grasa, a la plancha, pechuga de pavo o pollo, pavo o jamón dulce cocidos y/o atún. También lácteos con baja cantidad de grasa; leche o yogures desnatados y queso fresco, huevo duro, revuelto y tortilla. Debemos beber de forma continua agua y líquidos isotónicos durante cada día alternando ambos hasta alcanzar mínimo 1,5 litros al día. A lo largo de la semana reduciremos la ingesta de fibra. Todo lo contrario con los carbohidratos conforme se acerque el día D.
En el desayuno de la mañana, café (solo mejor), tortilla o huevo duro, pan tostado con pavo o jamón dulce, yogurt con cereales, plátano y zumos. Durante la prueba hay que hidratarse cada 30 ó 40 km alternando agua, comida solida y/o geles con bebidas isotónicas.
A partir de estos pequeños consejos, sólo hay que tratar de salir a disfrutar del día, de la fiesta, sonreír al paso de los amigos, familiares, pareja, hijos, público en general. Respetemos las distancias y recordemos cada uno de los días que hemos salido a disfrutar de la bici.
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